Cada verano, con la subida de las temperaturas aparecen las medusas por nuestras playas, y es muy común cruzarse con ellas y recibir una picadura.
Estas picaduras son el resultado del veneno que desprenden o bien para cazar o cuando se sienten amenazadas para defenderse.
Normalmente las picaduras no son algo grave aunque es posible que existan excepciones.
Lo que sí que podemos asegurar es que se produce una gran molestia y ardor instantáneamente.
Cuando nos pica una medusa el dolor y el picor son inmediatos, así que lo primero que debemos hacer es aplicar agua dulce para así eliminar los restos del veneno y evitar sufrir otra picadura.
Otro consejo para después de haber limpiado la zona es aplicar frío pero sin poner hielo directamente en la zona afectada para así aminorar sus efectos.
En nuestra farmacia contamos con la gama de productos Safe Sea, diseñados para evitar que los tentáculos de las medusas se estimulen al entrar en contacto con la piel humana.
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